Dollar Cost Averaging (DCA)
La estrategia del Dollar Cost Averaging (DCA) es una de las estrategias históricamente más sólidas y sencillas que existen. Esta estrategia se basa en la idea que las bolsas, a largo plazo, tienden a crecer, por lo que apostar por un mismo ETF o fondo indexado cada x tiempo, introduciendo una misma cantidad, supondría una ganancia en el tiempo a tener en cuenta.
De este modo, puedes invertir de forma sencilla y sistemática, olvidándote de las fluctuaciones del mercado.
¿Qué es el DCA?
El Dollar Cost Averaging (DCA) es una estrategia de inversión continua y sencilla definida por una cantidad de dinero fija y un intervalo de tiempo en que invertir esa cantidad en un activo, independientemente de su precio. En resumen:
- Define una cantidad de dinero, por ejemplo, 100 EUR.
- Selecciona un intervalo de tiempo: 7 días, un mes, trimestralmente…
- Invierte esa cantidad manteniendo ese intervalo en el/los activo(s) seleccionado(s) esté como esté el mercado.
De este modo, reduces muchas de las incógnitas que suele producir la inversión: el timing, el estrés emocional… «Automatizas» la inversión y reduces el impacto de la volatilidad del mercado. Cierto es que, de este modo, puedes perder buenas oportunidades y haces un gasto periódico en comisiones -que puede resultar irrisorio en realidad-, pero, al menos, estás realizando una inversión de forma sencilla y cómoda, para la cual solo necesitas constancia y paciencia.
El poder del interés compuesto
La estrategia del DCA se basa en el poder del interés compuesto. En este sentido, si inviertes la plusvalía obtenida al tiempo que incrementas el capital, el crecimiento del rendimiento se vuelve exponencial.
Para que nos entendamos, imagina que quieres invertir 10.000 EUR en un activo que tiene una media de 7% anual, y va añadiendo cada año 2.500 EUR. Durante esos 25 años, habrá puesto en esa inversión 72.500 EUR. Con el interés compuesto, esos 72.500 EUR, suponiendo el interés del 7% serán un total de 223.465 EUR.
Por supuesto, esta suposición no tiene en cuenta que el interés que arroja una inversión no es fijo, ni que hay que pagar impuestos sobre la plusvalía, ni que los seres humanos somos mortales. Siguiendo este ejemplo, 25 años es un cuarto de la esperanza de vida de una persona, y en ese tiempo hay que vivir y cubrir nuestras necesidades básicas, y a ser posible, disfrutar de la vida. Es por eso que sí, el interés compuesto es muy interesante, pero no es un medio con el cual vas a resolver todos tus problemas presentes ni del futuro cercano, sino más bien una propuesta más rentable que mantener tu dinero en una cuenta bancaria, sin generar rendimiento.