Mejores activos para invertir a largo plazo

Invertir a largo plazo es relativamente sencillo. Hay numerosos activos interesantes en los que puedes apostar, con distintas metodologías que, sobre todo, se suelen centrar en la gestión del riesgo y las coberturas. Por tanto, la clave está en dónde invertir.

En Universidad de Bolsa recomendamos la metodología de Eurekers, sencilla de aprender y eficaz. Conoce sus cursos aquí.

Hay, de hecho, una serie de productos financieros que son idóneos para la inversión a largo plazo. Con ellos es sencillo acceder al mercado, de forma segura y sin haber de hacer grandes desembolsos de capital. Estos, por lo general, son cestas de productos construidas con el dinero de múltiples inversores, que son administrados por gestores profesionales: los fondos. En adelante, te los contamos.

Los fondos de inversión

Los fondos de inversión son una de las herramientas más utilizadas por quienes optan por construir una estrategia de inversión a largo plazo. Esto se debe, en gran medida, a su accesibilidad y sencillez operativa.

En esencia, un fondo de inversión agrupa el capital de muchos inversores, que es gestionado por un profesional siguiendo una política de inversión previamente definida y conocida por todos los participantes. Así, al comprar participaciones de un fondo, el inversor adquiere una parte proporcional de una cartera diversificada de activos, sin necesidad de gestionar directamente cada una de las posiciones.

Gran variedad de opciones para todos los públicos

La gran ventaja de los fondos de inversión es la variedad que ofrecen: existen fondos para todos los perfiles y objetivos, desde los más conservadores hasta los más agresivos. Hay fondos centrados en mercados geográficos concretos (como Asia o Estados Unidos), fondos de renta fija que invierten en bonos, fondos especializados en sectores económicos específicos (tecnología, salud, energía, etc.), e incluso fondos que replican índices bursátiles, conocidos como fondos indexados. Estos últimos siguen una estrategia de gestión pasiva, limitándose a reproducir el comportamiento de un índice determinado, como el S&P 500, lo que los convierte en una opción muy eficiente y de bajo coste para el largo plazo. De ellos hablaremos en adelante.

Liquidez = flexibilidad

Una característica especialmente útil de la mayoría de los fondos de inversión es su liquidez: en general, permiten comprar o vender participaciones en cualquier momento. Aunque existen excepciones con ciertas restricciones —normalmente asociadas a estrategias más complejas—, lo habitual es que el inversor pueda ajustar su posición según su situación personal o la evolución del mercado. Esta flexibilidad, sumada a la diversificación y a la gestión profesional, convierte a los fondos de inversión en una alternativa ideal para quienes buscan hacer crecer su patrimonio de forma sostenida y controlada con el paso del tiempo.

Puedes aprender más sobre los fondos de inversión en ¿Qué son los fondos de inversión?

ETF

Los ETF (Exchange Traded Funds) son un tipo particular de fondo de inversión que combina lo mejor de dos mundos: la diversificación propia de los fondos tradicionales y la agilidad operativa de las acciones. Su principal característica es que se negocian en bolsa, lo que significa que sus participaciones se compran y venden directamente en los mercados financieros durante todo el horario de cotización, igual que cualquier acción.

Esta estructura permite al inversor conocer el precio en tiempo real y acceder a gráficos de evolución del precio para analizar su comportamiento, lo que los hace especialmente atractivos para quienes buscan flexibilidad y control en su operativa.

Versatilidad y diversificación

Al igual que los fondos de inversión clásicos, los ETF permiten acceder a carteras diversificadas de activos, pero con la ventaja adicional de poder realizar operaciones de compra y venta en cualquier momento de la jornada bursátil. Esto los convierte en una herramienta muy versátil, adecuada tanto para estrategias a largo plazo como para enfoques más tácticos.

La mayoría de los ETF siguen una filosofía de gestión indexada, es decir, replican el comportamiento de un índice de referencia como el S&P 500 o el Euro Stoxx 50. No obstante, también existen ETF de gestión activa, así como productos especializados que permiten invertir en materias primas (como el oro o el petróleo) o incluso en criptomonedas.

Gracias a su accesibilidad, bajo coste y transparencia, los ETF se han convertido en una opción muy popular entre los inversores que desean construir una estrategia sólida a largo plazo. Al permitir la exposición a mercados, sectores o activos concretos de forma sencilla, ofrecen una forma eficiente de diversificar la cartera y beneficiarse del crecimiento sostenido de los mercados financieros con el paso del tiempo.

Puedes aprender más sobre los ETF en ¿Qué son los fondos cotizados (ETF)?

¿Cuáles son los ETF más cotizados?

De acuerdo con mintos.com, estos son los ETF más cotizados en los últimos años:

  1. SPDR MSCI World Technology UCITS ETF USD (+19,84% anualizado)
  2. Xtrackers MSCI World Information Technology UCITS ETF USD (+19,88% anualizado)
  3. iShares Nasdaq 100 UCITS ETF USD (+20,56% anualizado)
  4. Amundi MSCI China UCITS ETF (+44,73% anual en 2024)
  5. Lyxor MSCI Disruptive Technology ESG Filtered UCITS ETF USD (+21,32% anualizado)
  6. Vanguard S&P 500 UCITS ETF USD (+18,45% anualizado)
  7. iShares MSCI Emerging Markets UCITS ETF USD (+22,17% anualizado)
  8. SPDR Gold Shares ETF (+12,58% anualizado)

Robo advisors

Los Robo Advisors son gestores de inversiones automatizados que han transformado el panorama de la inversión a largo plazo, haciendo accesible una gestión profesional de carteras a cualquier tipo de inversor, independientemente del capital inicial. Lo que antes estaba reservado a grandes patrimonios y clientes exclusivos, ahora está al alcance del público general gracias a los avances en tecnología financiera (fintech).

Se trata, en esencia, de plataformas digitales que utilizan algoritmos para diseñar y gestionar una cartera de inversión personalizada. Tras realizar un breve cuestionario en el que se evalúan aspectos como el perfil de riesgo, el horizonte temporal y los objetivos financieros, el Robo Advisor construye automáticamente una cartera diversificada adaptada a las necesidades del usuario.

¿Cómo funcionan los Robo advisors?

Una vez asignada la cartera, el Robo Advisor no solo selecciona los activos iniciales, sino que también realiza un seguimiento constante del comportamiento del mercado y de la evolución de la inversión. Cuando es necesario, ejecuta ajustes de forma automática para mantener la asignación de activos dentro de los parámetros establecidos (lo que se conoce como rebalancing). Todo ello sin intervención directa del inversor, lo que lo convierte en una solución cómoda, eficiente y libre de gestión activa por parte del usuario.

Aunque el servicio es mayoritariamente automatizado, muchas plataformas cuentan con supervisión humana que valida los procesos o interviene en momentos puntuales. Sin embargo, el componente tecnológico es el que permite ofrecer este servicio con unos costes operativos muy bajos.

Ventajas de los Robo Advisors

Uno de los principales atractivos de los Robo Advisors es su bajo coste. Al estar automatizado y utilizar productos pasivos como fondos indexados y ETFs, las comisiones de gestión suelen ser mucho más reducidas que las de un gestor tradicional. Además, la inversión mínima para empezar suele ser muy baja, lo que permite que cualquier persona pueda iniciarse en la inversión sin necesidad de disponer de un gran capital.

También destacan por su simplicidad y comodidad. No se requieren conocimientos técnicos ni experiencia previa para invertir: todo el proceso, desde la selección de la cartera hasta la gestión diaria, queda en manos del sistema. Esta automatización permite a los inversores centrarse en sus objetivos a largo plazo sin tener que preocuparse por tomar decisiones constantes o reaccionar ante la volatilidad del mercado.

Robo Advisors y la inversión a largo plazo

Los Robo Advisors están especialmente orientados a estrategias de inversión a largo plazo, que buscan construir y hacer crecer un patrimonio de forma gradual y sostenida. Su estructura se basa en principios como la diversificación, la gestión pasiva y el interés compuesto, pilares fundamentales para lograr resultados consistentes en el tiempo.

Al delegar la gestión en un sistema automatizado, el inversor evita errores emocionales frecuentes, como vender en momentos de pánico o sobreexponerse a activos de alto riesgo. Además, al utilizar fondos indexados y ETFs —que replican índices de referencia sin necesidad de gestión activa— se reduce el riesgo de sobrecostes y se facilita una estrategia estable, ideal para objetivos como la jubilación o la creación de un fondo de reserva a largo plazo.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Scroll al inicio