La Comisión Europea ha planteado una revisión profunda de la fiscalidad sobre el tabaco con el objetivo de armonizar los precios entre Estados miembro y reforzar los ingresos públicos. La propuesta contempla una subida significativa del impuesto mínimo aplicable al tabaco en la UE, lo que podría traducirse en un encarecimiento de hasta 2 EUR por paquete de cigarrillos. Además, un 15% de la recaudación se destinaría directamente al presupuesto comunitario.
Actualmente, el impuesto mínimo en la UE es de 90 EUR por cada 1.000 cigarrillos, junto con un gravamen del 60% sobre el precio medio ponderado de venta al por menor. Sin embargo, en la práctica, muchos países aplican tipos impositivos muy superiores. Con esta reforma, Bruselas pretende elevar el mínimo hasta 215 EUR por 1.000 unidades y el 63% del precio medio ponderado.
Tabaco: los impuestos que vendrán
Según datos de la Comisión, seis países ya cumplen con estos niveles, mientras que los otros 21 Estados miembro tendrán que incrementar sus tipos actuales para adaptarse a la nueva normativa. En el caso de España, el tipo mínimo se sitúa en 150 EUR por 1.000 cigarrillos, con un tipo proporcional del 48,5% y otro específico de 33,50 EUR por cada 1.000 unidades.
Aunque la Comisión admite que el impacto final sobre los precios dependerá de varios factores —incluidas las políticas nacionales, las estrategias de las marcas y las dinámicas del mercado—, estima que el incremento impositivo podría suponer un aumento de entre 1 y 2 EUR por paquete.
El vapeo no se salva
La medida no solo afectará a los cigarrillos tradicionales. Bruselas quiere extender el ámbito de aplicación de la directiva a productos emergentes que representan un 13% del mercado de derivados del tabaco y que, a juicio del Ejecutivo comunitario, suponen una amenaza creciente para la salud pública. Entre ellos se encuentran los cigarrillos electrónicos, los líquidos de vapeo y las bolsitas de nicotina.
Según la propuesta, los líquidos con hasta 15 mg de nicotina por mililitro tributarán al 20% del precio de venta o, al menos, 0,12 EUR por mililitro. Las recargas con una concentración superior estarán sujetas a un 40% del precio o un mínimo de 0,36 EUR por mililitro. Las bolsitas de nicotina, por su parte, pagarán un impuesto del 50% sobre el precio de venta o 143 EUR por kilogramo. Otros productos como chicles o inhaladores de nicotina tributarán también al 50%.
Una excepción destacada será el ‘snus’ sueco, que continuará exento de estos gravámenes en virtud de las condiciones recogidas en el Tratado de Adhesión de Suecia a la UE.
Además, la Comisión quiere convertir este impuesto en una nueva fuente de financiación para la Unión. Con la creación del llamado recurso propio TEDOR (Tobacco Excise Duty Own Resource), se plantea que el 15% del impuesto mínimo aplicado a cada producto se transfiera directamente al presupuesto comunitario. Esta medida podría generar hasta 11.200 millones EUR anuales, aunque varias delegaciones ya han manifestado su oposición a introducir nuevas vías de financiación en el próximo marco financiero 2028–2034.