Las preocupaciones de un trader joven.

Las preocupaciones de un trader joven.

Es fácil encontrar opiniones de jóvenes trader que admiran a todos aquellos que ha logrado ganarle al mercado. Pero ¿qué hay realmente detrás de todo esto? ¿Es cuestión de suerte, talento puro o magia? En Universidad de Bolsa estamos seguros que todos ustedes han oído historias de increíbles éxitos de traders que multiplicaron sus cuentas en muy pocos meses para convertirse en millonarios, ¿son los magos o leyendas de los mercados?

La vida de un joven trader, Universidad de Bolsa.

En Universidad de Bolsa estamos seguros que todos ustedes han oído historias increíbles de éxitosos traders que multiplicaron sus cuentas en muy pocos meses para convertirse en millonarios, son los magos e incluso las leyendas de los mercados. Cada trader admira a los que han logrado ganarle al mercado. Pero ¿qué hay realmente detrás de todo esto? ¿Es cuestión de suerte, talento puro o magia? ¿O estas historias son sólo historias de rachas ganadoras que eventualmente se desvanecerán de nuevo una vez que la leyenda haya sido escrita y a nadie más le interese? La siguiente historia habla de una historia muy diferente, verdaderamente humana y mucho más común en el mercado de valores. Habla del sufrimiento y la lucha de un operador inexperto pero lo suficientemente valiente como para luchar por su amor por el mercado arriesgándolo todo.

¿Cómo empezó la historia de este trader?

Michael era un niño sabía desde pequeño lo que quería hacer. Desde muy temprana edad, apuntaba alto, con ganas de ser famoso. Cuando su maestra de la escuela de primaria le preguntaba qué quería ser, él respondía rápidamente sin pensarlo: Superman. “Sí, era un objetivo muy ambicioso”, recordaba con nostalgia aquella tarde fría de noviembre cuando estaba de nuevo navegando por Internet para buscar una oportunidad para ganar algo de dinero extra. Durante sus años de estudiante salía a flote con trabajos de poca calidad y en realidad constantemente buscaba algo mejor, algo especial como encontrar un tesoro, la naturaleza exacta de lo impredecible. De repente se centró en una sola palabra de una de esas miles de palabras de las páginas de publicidad: Forex.

Michael no tenía ni idea de lo que significaba. Pero parecía interesante ya que una sola palabra estaba llena de promesas y representaba por sí misma un concepto entero como aclaraban en ese sitio web, el cual, como no podía ser de otra manera, describía cómo hacer dinero rápido. Michael pasó las siguientes horas leyendo sobre el tema. Él tenía primero que entender los conceptos básicos. Por ejemplo, cómo las monedas se comparan entre sí en el mercado de divisas, Forex para abreviar, y por qué siempre se operan en pares, por ejemplo, el par EUR/USD. ¿Qué se está comprado al operar en divisas y que se está vendiendo? Y, ¿cómo ganar mucho dinero con pequeños movimientos llamados pips? Le surgieron decenas de preguntas y Michael se embarcó en una cruzada laboriosa de auto-estudio para encontrar por sí mismo la respuesta a una pregunta tras otra.

Se acordó de un compañero de estudios que le había hablado hacía tiempo acerca de las acciones de los mercados de valores y de su operativa, que supuestamente le permitieron hacer unos pocos cientos de euros extra al mes. En ese momento, Michael no había prestado mucha atención a lo que su compañero de estudios le contó. Pero ahora, se preguntó: “¿Por qué no darle una oportunidad?” ¿No es esto lo que había querido hacer desde el principio, algo que era lo suficientemente grande como para saciar su sed de éxito, algo que le haría rico?

El joven trader buscó en google todo lo que pudo encontrar, cada vez se vio más envuelto en el mundo financiero, discutió entrevistas con aquellos que las habían hecho, aprendió todo lo básico, estudió cada tipo de patrón de vela, probó numerosos indicadores y, por supuesto, abrió una cuenta de demostración. Se sentía bien e imaginó ser uno de ellos, uno de los misteriosos traders del mundo financiero que destacaba entre la masa.

Nunca habría pensado que este mundo podría lanzar un hechizo contra él y contra todos sus semejantes. Era un extraño mundo lleno de criaturas misteriosas, ricas, hermosas e inteligentes. Nadie tenía la menor idea de cómo funcionaba el mundo del mercado de valores, nadie tenía la menor idea por ser demasiado grande, estar demasiado lejos y ser demasiado abstracto. Se sentía a sí mismo pequeño y temía a ese mundo recién descubierto. Pero había una cosa de lo que estaba seguro: Quería ser parte de este mundo financiero, quería ser un miembro del 5%del club de los ganadores. Él sabía que tenía el coraje y las fuerzas necesarias, todo lo demás  sabía que sería capaz de aprenderlo. Él se animó a sí mismo recordándose que podía hacerlo, que por fin ¡podría ser Superman!.

 

Un trader aprende practicando.

Muchas horas, días y semanas pasaron en las queel joven trader no podía pensar en otra cosa que en el Forex. En la universidad, esbozó las estrategias y se imaginó cómo iba a financiar la totalidad de sus estudios superiores en tan sólo 1 año. Cómo iba a proporcionar apoyo financiero a sus padres, cómo iba a dar la sorpresa a su hermana al presentarse con un coche a estrenar en su 18 cumpleaños, las vacaciones que tendría con su novia lejos de su casa y la forma en que iba a ser el héroe de su familia, aún más, de todo su entorno. Estaba feliz, tan feliz como nunca había estado antes. Se sentía como si tuviese un nuevo amor. Como si tuviese algo fascinante por lo que luchar.

Michael ahora sabía lo que quería y sin descanso no escatimó en esfuerzos para lograr su ambición. Se veía a sí mismo como un estudiante de primer año de la universidad de bolsa de valores. Leyó libros sobre estrategias en Forex, compró los libros de los pros y otros materiales de lectura de celebridades, supuestamente diseñados para tener éxito. Cada día, se mantenía informado de todas las noticias de todo el mundo que fuesen relevantes al negocio e inagotablemente se mantuvo buscando cualquier señal que pudiera utilizar en su operativa.

Después de algún tiempo, se sintió preparado para comenzar a operar. Él sabía que debía empezar con una cuenta de demostración. De hecho, en ese momento no tenía la menor idea de dónde conseguir el dinero para una cuenta real, pero era una pregunta que no quería responder en ese momento. Además, todavía tenía 500 euros en el banco, que seguramente sería lo suficiente para ganar unos pocos cientos de euros más. “Después de todo, eso es lo que otras muchas personas han logrado hacer”, dijo. Planeaba hacer un par de operaciones cada día en la cuenta de demostración después de asistir a las clases en la universidad con el fin de hacer más fácil para él para el trading de su cuenta de dinero real. Después de todo, Michael sabía que el tiempo era dinero y que el tiempo es algo del que no se dispone eternamente. Su novia, sin duda, estaba orgullosa de él. Se sentía importante.

El primer sistema de trading.

Así que después de tener, al menos él lo creía, la suficiente formación en los principios básicos del mercado, después de conocer todos los periodos temporales mundiales, después de estudiar de memoria los patrones de velas más importantes, después de instalarse los “mejores” indicadores en su cuenta de demostración, después de la internalización de las principales normas y los requisitos del mercado de valores, y también después de conocer un poco acerca de la gestión del dinero, estaba listo para la batalla. Michael escribió un “sistema de trading inicial” que quería usar para su negociación.

 

Su primera operación dio resultados muy positivos: La tendencia estaba claramente definida, los osos tenían la sartén por el mango y los precios caían continuamente. “Toda persona que no obtiene dinero en un mercado bajista es culpable por sí mismo”, dijo una vez un trader en una entrevista. Michael vendió en euros y ganó 80 pips extras de en 2 horas. En ese momento, cerró la posición, sin que el sistema de trading que había esbozado para sí mismo le diera una señal de salida. Él sentía que tenía un don especial para el mercado y que su poder era fascinante. En las siguientes horas, colocó otras 15 operaciones más pequeñas en diferentes pares de divisas, algunas de ellas a largo, algunas de ellas a corto. Hubo momentos en que sacó 5 pips, mientras que en otras ocasiones le sacaba el límite de pérdidas con -40 pips o simplemente dejaba que algunas operaciones corriesen. No había motivo para preocuparse ya que sólo operaba una cuenta de demostración. 

Por desgracia, Michael no pudo establecer el límite de pérdidas a -20 pips que en realidad era lo que había planeado, su agente sólo le permitía un límite de pérdidas mínima de -40 pips. Él pensó que esto no era gran cosa, ya que había ganado 80 pips en su primera operación, por lo que no le llevaría mucho tiempo recuperarse de los -40 pips. El joven trader se impacientó ya que sólo le quedaba un extra de € 400 en su cuenta de demostración al final del día. Estaba algo molesto por no haber usado mejor todo su tiempo con una cuenta real y poder hacer algo de dinero real en su lugar. Él sabía que no podía quedarse en un tamaño de posición de 1 lote ($ 100.000), en cuyo caso el apalancamiento requerido por su agente de bolsa era demasiado grande y su dinero “real” estaría en peligro. Él no quería tampoco que eso sucediese, así que se conformaría con un beneficio de 400 euros para todo el mes.

A continuación, en menos de 4 semanas, Michael transfirió sus 500 euros de ahorro a la cuenta real. No se tomó el tiempo de “jugar” en su cuenta de demostración los 2 años que había pensado inicialmente. Y por encima de todo, no tenía ganas de hacerlo porque realmente no estaría dentro del mundo financiero si no usaba dinero “real”. Después de todo, él se había fijado grandes metas y ya era hora de conseguirlas.

Por el momento, quería mantener su “primer agente de bolsa”, aunque este último no le permitía un límite de pérdidas de -20 pips y en general tampoco era considerado el “más profesional”. Aun así, estaba listo y completamente preparado para convertir sus € 500 en una pequeña fortuna. Después de todo, él había aprendido todo lo básico y a partir de ahora sólo tenía que atenerse estrictamente a su sistema de trading.

Modo en Vivo.

Su primera operación con una cuenta real fue tan emocionante como su primer beso. Michael no tenía nada más que mariposas y nudos en su barriga, estaba tan emocionado como un colegial. Se retorcía nerviosamente en su silla frente a su ordenador portátil, sus ojos estaban tan pegados a la pantalla viendo los: 7 pips, 12 pips, 13 pips. “Oh, ¿debo cerrar ahora?”, se preguntó, echando un vistazo rápido, como un rayo, a su plan de negociación. “No, no voy a salir hasta que las líneas se crucen entre sí de nuevo”, pensó con firmeza. Vio que la operación le mostraba cada vez beneficios más grandes y entonces miró el saldo de su cuenta: “Ya tengo 27 dólares. Si quiero tener unos 400 euros al mes, ya tengo sin duda suficiente por hoy”, así que decidió cerrar la posición. Después se sentía como si hubiera hecho algo malo, como si no hubiera sido el mismo de siempre cuando tomó esa decisión. Además, él no había podido adherirse a su plan de trading.

De alguna manera, Michael estaba decepcionado por salir muy pronto. Después de todo, se suponía que tenía que dejar correr los beneficios. Entonces, vio una vela de color rojo oscuro que crecía más rápido de lo que nunca antes había observado (Figura 1). Sin pensarlo, hizo clic en “vender” el par EUR/USD. La operación estaba en el sistema. Estaba temblando cuando miró el plan de trading: Nada justificaba una entrada corta, las medias móviles, incluso la tendencia le marcaba una dirección contraria. “Oh, Dios mío, ¿por qué demonios he hecho esto?”, se preguntó con una voz triste. Su saldo en cuenta pasó a ser negativo, se dio una palmada en la frente de la consternación y ni siquiera quería mirar más de cerca al monitor. Todavía tenía esperanzas de que la operación se girase a la baja y la mantuvo abierta.

Se fue a la cocina para tomar un aperitivo y encontrar alguna distracción. Cuando su madre lo vio, ella le preguntó: “¿Michael, estás tan pálido, ¿qué te pasa?” “Oh, nada, es que estoy un poco estresado en este momento”, respondió. En realidad, él no quería hablarlo, simplemente no quería ver a nadie nunca más. Cogió un trozo de pan y desapareció en su habitación de nuevo. Miró a la pantalla como un niño pequeño mira una gran pantalla de una sala de cine. Fue impactante: -23, -32, -38, -40 pips y finalmente reventó la cuenta y la operación se detuvo. Michael no podía creer que algo así le estaba pasando a él entre todas las personas, estaba adormecido por la conmoción. Arrojó el trozo de pan a la basura, ya que le revolvió el estómago. Las próximas semanas y meses pasaron volando. Además de asistir a clases, Michael iba a trabajar cada minuto que tuviese libre en las nuevas estrategias e iba a incluir algunos indicadores adicionales en su plan de trading, eliminando a todos los que no eran buenos. Por ahora, su plan era tan complicado que incluso un profesional experimentado probablemente no lo habría entendido. Michael ahora estaba obsesionado con el trading. Cambió a la estrategia de Bollinger, hizo sus operaciones dependientes de los retrocesos de Fibonacci en base a como lo hacía la estrategia de las tortugas y también lo intentó con la estrategia de sopa de tortuga. En su cuenta real, implementó todo lo que encontró. Creía firmemente que de alguna manera tenía que haber una solución satisfactoria para salir de su “infierno”, que era como llamaba por ahora al mercado. Su mezcla de estrategias le nublaba sus sentidos.

Descuidó a su familia y la relación con su novia. No quería ver a nadie en su tiempo libre, excepto a sus pares de divisas. Su novia una vez se fue a casa con los hombros caídos y con una expresión triste en su cara después de verlo durante horas frente a su ordenador. A Michael no le importaba, tenía que luchar y estaba decidido a conseguirlo.

Mientras tanto, su saldo se había reducido de € 500 a € 20. En dos noches operó tanto que su saldo se elevó de nuevo a 460 euros. Michael estaba agotado, la tensión del mercado le había hecho perder 9 kilos. Sin embargo, no quería tomarse un descanso. Eligió un agente de bolsa ECN profesional con el fin de obtener mejores márgenes. Michael sintió que la horquilla previa de 3 pips era demasiado grande y luego culpó a su agente de su falta de éxito. El único problema fue el alto pago inicial que el broker ECN le exigió. Él no tenía el dinero para el depósito mínimo de € 2.000 que le exigía la cuenta real pero recordó que su madre le había hecho una póliza de seguro de vida, y ya que las compañías de seguros tienen pérdidas sustanciales de todos modos, pensó que simplemente podría anular la póliza.

Dos meses más tarde, Michael negoció un tamaño de posición más grande. Tenía $ 5.000 en su cuenta ECN y operaba varios lotes todos los días, acabando a diario estresado como si fuese un gestor. Él había cambiado su estilo de negociación, había pasado a estrategias sofisticadas y prestaba mucha atención a su riesgo y a la gestión del dinero, pero su cuenta parecía estar gafada. Simplemente no crecía aunque había realizado ya un montón de buenas operaciones. Una vez había ganado 1.000 dólares en un sólo día, pero luego otro perdió $ 2.000. Además comenzó a cometer errores, lo que aún le irritaba más.

De mal a peor.

Eran las 10.15 AM de un martes cualquiera, apenas 2 años después de que Michael leyó acerca del Forex por primera vez. Desde entonces, el mundo que una vez fue tranquilo y seguro para Michael se había convertido en un monstruo devorador de dinero capaz de chuparle la energía. Había abierto su tercera cuenta real en la que había metido el dinero que había obtenido tras cancelar su póliza de seguro de vida, que al poco se había ido hacia los grandes tiburones del mercado. Luego había tomado prestado parte de los ahorros de sus padres e incluso los de su novia. Ella ya no estaba orgullosa de él, sino que se compadecía de él y lo veía como un “drogadicto”, un jugador de casinos, un perdedor perpetuo. Pero ella se quedó con él, porque no quería que perdiera el último apoyo real que desesperadamente necesitaba. Michael había sido un buen estudiante en la universidad, pero desde que empezó a negociar el mercado de valores, simplemente no tenía tiempo para dedicarse a sus estudios. Por ahora, las garras del mercado eran tales que era demasiado difícil escapar de ellas. Después de todo, al inicio él había tenido grandes ideas y expectativas de tener una vida mejor y alardeaba ante sus amigos y su familia acerca del mercado de divisas. Cuando su madre le preguntaba cuánto dinero estaba ganando y cuándo sus esfuerzos le darían finalmente frutos, evadía comentar sobre ello y cambiaba de tema. Ella nunca entendería lo difícil que es realmente el trading y lo impredecible que es el mercado. Por ahora, él también se sentía presionado por su familia debido a que inicialmente había apuntado demasiado alto y había querido estar por encima de todos. Y sin embargo ahora había alcanzado su punto más bajo.

Con su última carga de energía hizo clic en “comprar” en uno de los pares de GBP. Tan pronto como entró, pasó a tener pérdidas “bueno, como no podía ser de otra manera, posiblemente,” dijo desesperadamente. Estaba temblando de ansiedad, su ritmo cardíaco acelerado cada vez más y más y su corazón estaba herido: La ansiedad y el pánico se apoderó de él. El trading lo estaba volviendo loco, ya no era capaz de verlo, su estado de salud había sufrido demasiado por el trading.

Michael no podía aguantar más, había enfermado. Sentía vergüenza cada vez estaba con su novia, ya no podía mirar a sus padres a los ojos, no quería continuar y quería empaquetar todo y salir del mercado. Aquel mundo de ricos que una vez prometía dárselo todo le había destruido, le había robado su propio dinero y el de sus seres queridos, le había hecho perder la esperanza y se creía tonto. Pensó en todo el esfuerzo que había puesto en ello, en lo mucho que había leído y estudiado, la cantidad de tiempo valioso que había sacrificado por él y cuánto sufrimiento había soportado con regularidad, lo mucho que había luchado.

Así que ahora él también estaba destinado a ser uno de los perdedores, uno de los del 95% que siempre pierden en el mercado de valores, ¿una víctima?

“No”, pensó para sí mismo con fuerza. Hay un camino que podría seguir sin que el “monstruo” le devorara. Había invertido demasiado, tenía demasiada vocación para dejar esta pelea que quería ganar. Él ya era parte del mundo financiero y nunca volvería a estar sin él. El conocimiento es poder y Michael ya tenía dicho el conocimiento.

Ver la luz, psciologia del trader.

Michael se tomó un largo descanso. Consiguió recuperar de nuevo su energía y aprovechó el tiempo para acabar sus estudios universitarios y salir con sus amigos y familiares. Ahora sabía que había otro mundo fuera del mundo de las finanzas, que también tenían derecho a recibir su amor y atención.

Sin embargo, tenía muy claro que siempre cruzaría de nuevo la enorme puerta del poderoso mundo financiero para conseguir su lugar allí. Ahora sabía de los riesgos que implicaba, conocía las reglas y a sus oponentes, los cuales eran más poderosos que nunca. Había aprendido sus lecciones de la manera más difícil, aceptó las nuevas condiciones que eran mucho más exigentes y fuertes que todo lo que antes había llegado a conocer. Resumió sus experiencias y comparó el estilo que usó antes con su nuevo concepto sostenible de trading (ver información en la tabla de arriba).

Ganó una sólida fuerza mental. Se convirtió en un trader disciplinado con una estrategia clara con un bajo riesgo y con una  gestión de dinero equilibrada. Su trading empezó a hacerle ganar algo de dinero de forma mensual, no tanto como una vez había deseado, pero él estaba tranquilo y equilibrado. Ahora no tenía miedos y no tenía falsas esperanzas. Estaba feliz de nuevo. Al final, ganó la lucha por su amor al mercado y a la vida.

No hay victoria sin lucha.

La historia de Michael no es atípica. Explora el componente psicológico del trading. Muchos traders pasan por un buen número de fases psicológicas alcistas y bajistas. Todo depende de la perseverancia y la disciplina del trader que le evite ser destruido por el mercado. Una buena estrategia es sólo tan buena como lo es el trader que la ejecuta. El éxito se basa en cada trader en particular y no en un sistema o estrategia en particular. Es una secuencia estrictamente controlada, tanto psicológica como estratégica. Aquellos traders que no se puedan permitir el lujo de operar con sensatez tamaños de cuenta de 20.000 euros o más, deben tomar muy poco riesgo y usar una cuenta pequeña que le determine su secuencia de negociación con el fin de avanzar a pequeños incrementos. Y siempre recuerde esto: No existe el éxito continúo sin que le preceda una dura lucha.

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