El choque entre Google (NASDAQ:GOOG) y la Union Europea ha llegado a su fin y se ha saldado con una victoria del gigante tecnológico.
Google vence a la UE
El esfuerzo que los Estados y las instituciones están haciendo por combatir los monopolios es enorme. Pero no siempre es acertado y esta vez los juzgados han dado la razón al gigante estadounidense. Y es que Google ha ganado el juicio a la Unión Europea y no tendrá que pagar los casi 1500 millones EUR que le exigían las instituciones europeas.
Una anulación basada en «ciertas circunstancias»
El Tribunal General de la Unión Europea ha anulado una multa de 1.490 millones de euros impuesta a Google en 2019 por abuso de su posición dominante en el mercado publicitario con «AdSense for Search».
Aunque la sentencia confirma gran parte de los argumentos de la Comisión Europea, concluye que no se evaluaron adecuadamente ciertas circunstancias, como la duración de las cláusulas contractuales consideradas abusivas. Alphabet, la empresa matriz de Google, ha reaccionado de manera tranquila, sin cambios significativos en su cotización en Wall Street.
Las pesquisas de la UE que señalaban a Google
El fallo se refiere a la plataforma publicitaria de Google, AdSense, y su servicio de intermediación «AdSense for Search» (AFS), que permite a los editores de sitios web mostrar anuncios vinculados a búsquedas en sus páginas y recibir ingresos por ello. Sin embargo, los contratos de Google contenían cláusulas que restringían la visualización de anuncios de competidores. Tras denuncias presentadas entre 2010 y 2017 por empresas como Microsoft y Expedia, la Comisión Europea inició una investigación en 2016.
En 2019, concluyó que Google cometió infracciones al imponer estas cláusulas desde 2006 hasta 2016, imponiendo una multa de 1.494 millones de euros.
Google se acaba imponiendo a la UE
El Tribunal General de la UE, en su sentencia, confirmó la mayoría de las conclusiones de la Comisión Europea, pero determinó que esta cometió errores al evaluar la duración de las cláusulas y el mercado cubierto en 2016.
El tribunal concluyó que la Comisión no demostró que las tres cláusulas de Google constituyeran un abuso de posición dominante o una infracción continuada. Además, no se probó que dichas cláusulas afectaran a la competencia, disuadieran la innovación o perjudicaran a los consumidores. Por lo tanto, el tribunal anuló la decisión de la Comisión en su totalidad.